La transición de
Klay Thompson a la suplencia de los
Golden State Warriors ha sido beneficiosa hasta el momento, con un promedio de 19.2 puntos por partido, un notable aumento con respecto a su desempeño en la primera mitad de la temporada. En general, sus estadísticas han mejorado y parece que Thompson está adaptándose de manera satisfactoria al cambio de rol.
Pero no siempre fue así, según un nuevo informe de ESPN. Kendra Andrew indagó en el paso de Thompson al banquillo y reveló que estuvo plagado de problemas y emociones exacerbadas.
"Thompson no se tomó bien la noticia al principio. Kerr dijo a ESPN que Thompson le gritó a él y a algunos de los asistentes. Más tarde, volvió para disculparse con los entrenadores.
"No fue una conversación fácil", dijo Kerr. "Esta es quizá la parte más difícil de alejarnos de nuestro mejor momento. Es que, después de 12 años [de Thompson como titular], no fue fácil. Y aún avanzando, no va a ser fácil. Pero le dije: 'Si realmente lo aceptas, puedes ayudar a tu equipo a ganar'".
Tras meses en los que Thompson se quedaba corto, Kerr decidió que era hora de que el tetracampeón ocupara el banquillo durante un tiempo. Fue un cambio monumental para Thompson, que no salía del banquillo desde su primer año.
Al parecer, no se lo tomó bien, pero acabó aceptando la idea de no ser titular. Para Thompson fue una gran degradación, al menos al principio. Pero una vez que se dio cuenta de que todavía podía ayudar a los Warriors de manera importante, se acostumbró a la idea de estar en la segunda unidad.
No es el único jugador de los Warriors que ha tenido que hacer las paces con ser un jugador de banquillo. Chris Paul tampoco es ya titular en los partidos después de años siendo el base predominante de sus equipos. Es una temporada de cambios tanto para Thompson como para Paul y ahora parecen estar de acuerdo con ello.