A día de hoy parece que no da para más.
Jordan Poole se lo creyó, fue de estrellita y acabó saliendo por la puerta de atrás de
Golden State Warriors. Pese a todo, los
Washington Wizards mordieron el anzuelo y se comieron el contratazo que tiene firmado hasta 2027. Así, ha pasado en 2 años de ser pieza clave en el anillo con los de la Bahía en 2022 a ser un problema para los Wizards. Tremendo.
Ayer se enfrentó a su exequipo y salió desde el banco. En 29 minutos de juego lució los porcentajes que hicieron que Steve Kerr desistiera de intentarlo con él: 5 de 17 en tiros de campo y 2 de 8 en triples. Es increíble como el ego puede acabar con un jugador que, a pesar de todo aún es joven y nunca sabemos si todavía tiene reconducción.
De momento la cosa no pinta nada bien. Ayer se enfrentó por primera vez a Draymond Green. No sabemos si su pelea a principios de la pasada temporada fue lo que desembocó en el inicio del mal rendimiento de un chico que debe despertar antes de que sea demasiado tarde.