Marcus Smart volvió ayer al TD Garden por primera vez desde que fue traspasado de
Boston Celtics el pasado verano y la afición, como no podía ser de otra forma, se vino abajo para recibir a un jugador que ha sido durante una década el corazón del equipo de Massachusetts.
Precioso el momento en el que pusieron un vídoe en el pabellón y un Smart vestido de calle (no pudo jugar con Memphis Grizzlies por lesión) agradeció a los fans su apoyo. Se caía el pabellón.