Los
Chicago Bulls derrotaron a los
Indiana Pacers en tiempo suplementario detrás de un
DeMar DeRozan intratable que fué el héroe de la noche, manteniendo con vida a su equipo en la última jugada del cuarto parcial.
La historia de los Chicago Bulls éstas últimas temporadas ha estado plagada de mala fortuna y problemas de salud. Después de formar lo que se suponía que iba a ser un big three con DeMar DeRozan,
Lonzo Ball y
Zach LaVine, hace casi tres años, las lesiones no dejaron que eso sucediera. Los Bulls eran en realidad un equipo excelente mientras estaban sanos, con algunas piezas clave a su alrededor, como
Nikola Vucevic, Alex Caruso y buenos jugadores jóvenes como Coby White. Parecían la próxima gran promesa de la NBA.
A pesar de las lesiones de jugadores clave como LaVine y Patrick Williams, y con Ball aún no disponible, los Bulls se han mantenido competitivos en la actual campaña. Actualmente novenos en la Conferencia Este, irían al torneo de play-in si la temporada acabara ahora.
DeMar DeRozan ha sido un factor clave de este exitoso presente a pesar de todos los problemas de salud. El escolta de 34 años se ha mantenido constante y dando la cara por su equipo una y otra vez.
Hoy ha sido una prueba más de lo grande que es y de lo grande que ha sido a lo largo de toda su carrera. Contra los Pacers DeMar explotó para 46 puntos, 9 rebotes, 3 asistencias, 2 robos y 1 tapón. Todo ello con un 62% en tiros de campo. Para poner la cereza del postre a su notable actuación, con los Bulls perdiendo por dos, DeRozan clavó el tiro para empatar el partido y sobrevivir en el tiempo reglamentario. Emulando a un tal Kobe Bryant (su ídolo) vistiendo el uniforme de los Bulls. Después de eso, Chicago se encargó del suplementario y ganó el partido 132-129.