Jugando a las órdenes del legendario entrenador y uno de los mejores reclutadores de la historia del baloncesto universitario, John Calipari,
Rob Dillingham está en la mitad de su camino como freshman en la Universidad de Kentucky, teniendo actuaciones sobresalientes en el campeonato de la NCAA. Presentamos aquí su perfil para conocerlo un poco más, antes del próximo Draft de la NBA.
Los Kentucky Wildcats son toda una tradición en el baloncesto universitario. La Universidad de Kentucky siempre se ha caracterizado por contar con algunos de los mejores jugadores jóvenes de baloncesto. Nombres como
Karl-Anthony Towns,
Devin Booker,
De'Aaron Fox y Shai Gilgeous-Alexander son sólo algunos de los jugadores que han vestido orgullosamente el uniforme de los Wildcats. Ahora, Rob aparece como otra de esas estrellas emergentes.
Dillingham es un joven jugador de gran talento, el baloncesto es algo natural para él. Es increíble como siendo tan joven, Rob tiene tantas habilidades en su repertorio. Desde un excelente manejo de la balón y unos desplazamientos que le permiten atacar y romper a cualquier defensor, hasta el uso de una flotadora muy peligrosa, además encesta con gran eficiencia sus tiros desde el drible (su sello), finaliza con un toque suave en el aro y cuenta con un tiro en paso de retirada fiable. Verdaderamente extraordinario.
Rob está promediando 15,0 puntos y 3,8 asistencias por partido, con muy buenos porcentajes de tiro: 48,2% desde el suelo y 44,5% desde el triple.
Por supuesto, tener todas estas herramientas para anotar, lo convierte a veces en un jugador "egoísta". Pero Rob definitivamente puede dar algunos grandes pases, puede ser un creador de juego si el juego lo necesita. También puede jugar sin balón, ya que esta temporada ha encestado un 54,0% de triples a pie firme.
Con todas estas posibilidades en ataque, la pregunta que se hacen todas las oficinas de la NBA es si puede defender. La verdad es que los equipos ahora mismo tienden a cazar a jugadores más pequeños como él cuando atacan. Rob mide 6-3, 176 libras, y su defensa debe mejorar para evitar ser un lastre para un equipo de la NBA en ese aspecto del juego. Aun así, es muy competitivo y no se echará atrás ante nadie.
Si puede compensar su falta de defensa con brillantes ejecuciones ofensivas, podría estar justo en la cima del próximo draft. Es joven, sólo tiene 19 años, así que tiene margen para crecer y mejorar. Si puede hacerlo, si puede superar su tamaño convertirse aunque sea en un defensor mediocre, sus armas ofensivas lo colocarán como uno de los mejores prospectos para el Draft de la NBA 2024.