Durante quizás uno de los partidos más trascendentales para la franquicia de
Golden State Warriors el pasado miércoles por la noche,
Draymond Green volvió a ser protagonista de una expulsión. Con un expediente bastante extenso en este tipo de circunstancias, Green abandonó a su equipo ni bien comenzaban la batalla contra unos durísimos
Orlando Magic. A pesar de que Golden State ganó el encuentro, Green permaneció sin hacer declaraciones hasta hoy, aprovechando su podcast 'The Draymond Green Show'.
Draymond Green ha tenido una de sus temporadas más discutibles en esta campaña 2023-24. El ala-pívot comenzó su polémica andadura asfixiando a Rudy Gobert, lo que le valió ser suspendido por dos partidos. Pocos días después, Draymond propinó un codazo a Jusuf Nurkic durante un encuentro contra los Phoenix Suns. Como consecuencia, la liga le envió a casa por 20 partidos, allá por diciembre.
Esta situación perjudicó las posibilidades de éxito de su equipo, y ahora, después de todo eso, volvió a dejarse llevar por su temperamento anoche, defraudando de nuevo a sus compañeros.
"No voy a entrar en lo que se dijo porque eso es irrelevante. Respecto a lo que dijo Steph, tengo que estar en pista a como dé lugar. Tengo que hacer eso.
No estoy exagerando por todo lo que pasó al principio de la temporada. Siento que desde que he vuelto todo va en la buena dirección y me he encontrado con un bache en el camino. Superarlo y seguir adelante. Estoy muy agradecido a mis compañeros por haberme aguantado. Era un partido muy importante para nosotros".
"Dije lo que dije, merecía que me echaran en ese momento. No puede pasar. Tenemos que ganar partidos. No voy a exagerar, sé dónde estoy, entiendo lo que estoy haciendo de cara al futuro", concluyó Green.
Los Warriors continuarán su periplo por el Este el viernes, cuando visiten a los Charlotte Hornets. Con Houston pisándoles los talones, Golden State necesita ganar a toda costa.