El contrato de 10 días de
Darius Bazley con los
Philadelphia 76ers ha llegado a su fin, lo que deja al equipo con dos puestos en la plantilla disponibles nuevamente. Sin embargo, a pesar de esta apertura, los Sixers podrían optar por ser cautos en sus movimientos durante el resto de la temporada regular.
La razón principal de esta precaución radica en la situación financiera del equipo, que se encuentra cerca del límite de impuestos de lujo después de las maniobras realizadas en la fecha límite de cambios de la NBA el 8 de febrero. A pesar de haber firmado a
Kyle Lowry por un contrato de $2.8 millones por el resto de la temporada, los Sixers se encuentran aproximadamente $2.1 millones por debajo del límite de impuestos.
Sin embargo, la salida de Bazley y la apertura de estos dos puestos de roster no significa necesariamente que los Sixers se apresurarán a llenarlos. La estructura del contrato de
Buddy Hield, adquirido en el intercambio, también influye en la toma de decisiones del equipo.
El contrato de Hield incluye incentivos, algunos de los cuales son "probables" de ser alcanzados, mientras que otros son considerados "improbables". Estos incentivos podrían afectar significativamente la situación financiera de los Sixers si el equipo avanza profundamente en los playoffs.
Como resultado, los Sixers podrían optar por esperar antes de llenar los puestos de roster disponibles, especialmente teniendo en cuenta que los contratos por el resto de la temporada están disminuyendo en valor día a día. Esto les permitiría evaluar mejor su situación financiera y evitar comprometer su flexibilidad económica.
En última instancia, aunque los aficionados podrían estar ansiosos por ver nuevas adquisiciones en el equipo, los Sixers podrían optar por una estrategia más prudente y esperar hasta el final de la temporada regular para realizar movimientos, asegurándose de mantenerse dentro de los límites financieros establecidos.