Joel Embiid volvió a la competición para liderar a
Philadelphia 76ers en un nuevo triunfo ante
Houston Rockets. El camerunés se salió con 41 unidades y dejó claro que volverá a descansar cada vez que tenga que hacerlo sin darle prioridad el MVP.
Con esta destacada actuación, Embiid estableció un récord para la franquicia con 17 partidos consecutivos anotando al menos 30 puntos. Además, consiguió su séptimo doble-doble de 40 puntos de la temporada, la cifra más alta en la NBA. Embiid ahora ostenta 42 juegos con al menos 40 puntos y 10 rebotes, ubicándose séptimo en la historia de la NBA.
A pesar de sus logros individuales, las continuas ausencias de Embiid plantean dudas sobre su candidatura para otro MVP. Solo puede permitirse faltar a ocho de los 44 juegos restantes para mantenerse elegible.
"No importa cuántos partidos juegue; el objetivo es estar saludable el resto del año", señaló Embiid tras el partido.
La salud de Embiid es crucial para los 76ers, quienes aspiran a una profunda carrera en los playoffs. El historial de lesiones de Embiid ha sido un factor clave en la incapacidad de la franquicia para avanzar más allá de la segunda ronda durante su mandato.
La nueva normativa colectiva requiere que los jugadores disputen 65 juegos de temporada regular para ser elegibles para premios como el MVP. En ocho temporadas, Embiid ha alcanzado ese umbral solo en dos ocasiones.
"Ya lo he hecho", afirmó Embiid sobre la condición de jugar 65 partidos. "Si tengo la oportunidad de obtener otro, lo haré. No me voy a forzar ni a presionar por ello. Mi juego siempre va a hablar por sí mismo. Estamos ganando, que es lo principal".
Embiid, quien se perdió tres partidos por inflamación en la rodilla izquierda, ha sido esencial para los 76ers, registrando un récord de 22-6 con él en la cancha esta temporada.