Hace unas semanas se rumoreaba que los
Golden State Warriors iban a hacer grandes cambios antes de la fecha límite de traspasos de la NBA. Pero una cosa era segura: el equipo no dejaría marchar a Stephen Curry, su mayor estrella. Todos los demás eran ampliables, según los informes.
En realidad, la oficina delantera estaba ansiosa por retener a otra estrella:
Jonathan Kuminga. Se trata de un cambio sorprendente para Kuminga, a quien se consideraba un activo muy probable para el traspaso apenas unos meses antes.
A principios de la temporada, se decía que Kuminga estaba muy descontento con su papel en el equipo y con la forma en que el entrenador Steve Kerr lo estaba utilizando. Esto dio lugar a una conversación crucial entre el jugador y el entrenador, que cambió las cosas;
"Sólo le dije cómo me siento, él me dijo cómo se siente. Las cosas que quería que hiciera para tener más tiempo de juego. Después de eso, simplemente salí y disfruté, disfruté jugando para él", dijo Kuminga a Yahoo Sports.
Y añadió: "Me está entrenando más duro. A veces no entiendes las cosas hasta que te llegan a los ojos. Alguien quiere grandes cosas para ti, por eso te entrena más duro. Creo que eso es lo que ha pasado, que cada vez me entrena más duro porque quiere grandes cosas de mí. Si no fuera por él, no estaría en esta cancha. No tendría este espíritu para salir a jugar".
Desde aquella charla con Kerr, el rendimiento de Kuminga en la cancha ha explotado de una manera enorme y crucial. Ahora promedia 15,5 puntos y 4,7 rebotes por partido, con un 53,4% en tiros de campo. Y los Warriors han seguido mejorando a medida que Kuminga ha tenido más tiempo en la cancha y se ha sentido más cómodo con su posición en el roster;
Todavía hay muchos interrogantes sobre el futuro de los Warriors, pero Kuminga será probablemente una pieza muy sólida y fiable del equipo de cara al futuro;