Es innegable que
Luka Doncic, de los
Dallas Mavericks, figura entre los mejores jugadores de baloncesto en la actualidad. De hecho, se vislumbran claras oportunidades para que gane su primer premio MVP de la NBA en esta temporada, gracias a su sobresaliente rendimiento con promedios de 34,5 puntos, 8,9 rebotes y 9,7 asistencias por partido.
Hay muchas razones que explican los increíbles números de Doncic. Pero una de las cosas más destacables de Doncic es cómo ha mejorado su tiro de tres puntos. Con el paso de los años, ha mejorado aún más en este tiro único, que es casi imposible de taponar.
En la 2018-19, Doncic convirtió 60 de sus 166 intentos de tres con paso atrás. Eso supone un acierto del 36,1%.
Esta temporada, en comparación, Doncic ha anotado 115 de sus 294 intentos, encestando el 39,1% de sus triples.
Son canastas muy difíciles de hacer, por lo que el porcentaje de Doncic es un gran logro. También ayuda mucho a la ofensiva de Dallas porque la mayoría de las defensas de la NBA no pueden controlar a Doncic cuando intenta una.
Doncic siempre ha sido capaz de tirar bien desde el fondo de la cancha, y esta es una de las principales razones.
La superestrella eslovena sabe leer muy bien a sus adversarios. Cuando llega más allá del arco de tres puntos, decide si quiere presionar hacia adelante en la pintura o intentar un paso atrás de tres. De cualquier manera, mantiene al defensor en alerta, ya que tiene que moverse con rapidez sin importar hacia dónde se mueva Doncic.
Su habilidad para realizar un triple hacia atrás le permite distanciarse de la defensa o, posiblemente, provocar una falta. En cualquier caso, es un movimiento elegante y difícil de contener.
El juego de Doncic ha mejorado de varias formas sutiles en los últimos años, pero su mayor uso de este tiro especial le ha convertido en un auténtico aspirante al MVP.