La estrella de
Los Angeles Lakers,
LeBron James, observó el juego de su hijo durante la charla posterior al partido contra Dallas Mavericks, protagonizando un hilarante momentazo tras el triunfo contra la franquicia de Texas.
Los Lakers acabaron ganando el partido con un marcador de 127-110. Tras el encuentro, el jugador de 39 años tuvo que hablar con los medios de comunicación en el vestuario. Sin embargo, estaba más centrado en ver a su hijo
Bronny James, que jugaba para la USC en el partido contra Arizona.
Al responder a una pregunta, quedó claro que James estaba más pendiente de lo que ocurría en televisión en el partido de su hijo. "Defensivamente, estuvimos afinados, y ofensivamente estamos realmente... ¡Dios, maldita sea!... lo siento", dijo cuando estaba respondiendo una pregunta.
James tuvo otra impresionante actuación en el triunfo de los Lakers sobre los Mavs, con 25 puntos, ocho rebotes y ocho asistencias. Es la quinta vez en los últimos seis partidos que James consigue anotar 20 o más puntos.
Los Lakers esperan continuar con su racha de victorias consecutivas, ahora mismo llevan dos, cuando se enfrenten el jueves a Brooklyn Nets.