Los
Denver Nuggets ganaron el anillo el año pasado, casi sin sobresaltos. Éste particular logro posiblemente haya pasado sin ser observado bajo la lupa. Denver nunca perdió la oportunidad de cerrar una serie tras la primera ronda contra los Timberwolves, que acabó siendo una barrida de caballeros 4-1. Después de eso la franquicia de Colorado ganó cuando era necesario, nunca necesitó de un séptimo juego durante los playoffs, despejando todas las dudas para conseguir el primer campeonato en la historia de los Nuggets.
A pesar de perder a jugadores importantes como Bruce Brown en verano, el equipo ha sabido navegar ésta temporada, sin hacer ruido pero con paso firme, ganando. Ahora, están a una sola victoria de colocarse en la cima de su Conferencia.
Denver ha encontrado en Peyton Watson un gran sustituto para las salidas de Bruce Brown y Jeff Green. Watson es más alto, más atlético, un gran defensor y con mucho potencial en ataque. Ayer lo demostró, Peyton estuvo genial en defensa, teniendo que lidiar con el mejor dúo de la NBA ahora mismo, Jayson Tatum & Jaylen Brown.
Sin embargo, hay otro dúo que lleva tiempo dando problemas a sus rivales,
Nikola Jokic &
Jamal Murray. Jokic es obviamente la mejor arma de Denver, quizás el mejor jugador del mundo, al menos ofensivamente. El Joker puede cocinar a cualquier defensor uno contra uno, necesitas mandar al menos dos hombres para marcarle; sus movimientos en el poste son excelentes, domina los tableros, puede lanzar el balón eficientemente y tiene un gran toque cerca de la canasta. Pasando el balón es el mejor de la liga sin más. ¿Hemos mencionado también que es decisivo sobre la bocina? Cada vez que Denver se juega algo, el Joker cumple.
Ahora bien, qué decir de la combinación de esa potencia con un arma secundaria como Murray, que se puede salir en cualquier momento y anota constantemente con una amplia variedad de recursos. Las habilidades de regate y la velocidad de Murray son fuera de serie, y cuando se combinan con Nikola en ese juego de 2, no hay fórmula para detenerlos.
Jamal también ama los grandes escenarios, mejorando en los playoffs drásticamente todas sus estadísticas principales. La temporada pasada la estrella canadiense promedió 20 puntos, 6,2 asistencias y 4,0 rebotes en la temporada regular, pero en los playoffs acabó con 26 puntos, 5,7 rebotes y 7,1 asistencias, mejorando también sus porcentajes de tiro.
Los vigentes campeones tienen otra jugada sencilla pero mortal que ahora mismo no tiene respuesta. Jokic atacando la canasta colapsando la defensa y yendo a por el alley-oop con
Aaron Gordon. Repiten esa secuencia una y otra vez y nunca pasa de moda. Gordon encontró su sitio y es el tipo perfecto para ocupar el escondite del dunker.
Kentavious Caldwell-Pope también tiene sangre fría y es un fiable defensor del perímetro.
Michael Porter Jr es un tirador fantástico, con una mano caliente y un gran tamaño, a su defensor se le hace muy difícil contenerlo si decide atacar la canasta.
Los jugadores del banquillo entienden su papel a la perfección, aportando energía y determinación, sin asustarse del momento.
En general, el trabajo de Michael Malone y su cuerpo técnico también ha sido asombroso, juntando todas las piezas, desarrollando la química y construyendo una identidad de equipo
Los Nuggets están aquí para quedarse, no se preocupan por hacer más de lo que tienen que hacer, y son conscientes de lo que necesitan hacer según el juego lo requiere. Si algo han hecho es mejorar, han aprendido a ganar, ya no tienen nada que demostrar, es el resto de la NBA quien debe hacer algo para pararlos.