Golden State Warriors ganó un partido clave ante Orlando Magic de cara a seguir manteniendo la ventaja en el Play-In ante los imparables Houston Rockets pese a la temprana expulsión de un
Draymond Green que a estas alturas de su carrera no va a cambiar.
La pantomima de que pasó por un periodo de rehabilitzación tras agredir a Jusuf Nurkic no se la cree nadie y Draymond ha seguido comportándose posteriormente igual que tras ese incidente. Así, no es de extrañar que volviera a perder la cabeza una vez más y fuese expulsado. Su entrenador
Steve Kerr habló de ello tras el duelo.
"Lástima. Fue una desgracia. Se lo merecía. Se recuperará". Preguntado si erosionó algo de la reciente confianza que Draymond ha construido fue claro: "No"