En los últimos años, varios jugadores destacados de la NBA han comenzado sus carreras en la
G League Ignite, un equipo establecido por la asociación específicamente como un paso intermedio entre el baloncesto amateur y el profesional. Jalen Green, de los Houston Rockets, y Jonathan Kuminga, de los Golden State Warriors, son dos ejemplos notables de talentos que han llegado a la liga gracias a su paso por Ignite.
Pero el futuro del equipo sigue siendo una incógnita. Apenas el mes pasado, el comisionado de la NBA
Adam Silver dijo que no sabía qué era lo siguiente para el equipo.
"No estoy seguro de cuál será el futuro del Team Ignite", dijo Silver a los medios antes de añadir: "Antes, había un agujero en el mercado".
La G League está llena de equipos que atraen a jóvenes talentos, de las universidades y de fuera de ellas, y los preparan para la NBA. Pero Ignite es un equipo dirigido por la propia liga, más un programa que una plantilla.
Sin embargo, Ignite no ha sido muy tentador para los jugadores últimamente. El equipo tiene un récord de 2-26 y no muchos atletas del equipo han mejorado allí su potencial en el draft.
Además, debido a las ligas de aficionados y al nivel de juego en la universidad, hay muchos jugadores jóvenes que no necesitan la G League, lo que deja a Ignite en una posición extraña.
Silver ha admitido que la liga necesita cambiar sus planes y su perspectiva. "Mi atención se está centrando en el desarrollo más temprano", dijo. "Hay una oportunidad para que seamos parte de la comunidad que está desarrollando jugadores de élite, y también ... ser un participante más activo en conseguir que los niños activos.
Las futuras estrellas de la NBA están recibiendo ofertas de universidades, otros equipos de la G League, grupos internacionales y más allá. Eso significa que Ignite podría estar perdiendo su importancia, y quizás su futuro.
