El letón tiene su lugar confirmado en la gran final que comienza mañana. El proceso de recuperación de su lesión en el sóleo ha concluido y sólo resta ver como se sentirá
Kristaps Porzingis de regreso a la acción luego de más de un mes de inactividad. Su salud será crucial para las aspiraciones de
Boston Celtics de alcanzar su 18vo título de liga.
Kristaps Porzingis ha sido el foco de los medios durante éstos días previos a la final de la NBA. El pívot de los Boston Celtics se lesionó la pantorrilla frente a Miami Heat en el juego 3 de la primera ronda y desde aquel momento no ha vuelto a la competencia.
La presencia de KP junto con la llegada de Jrue Holiday han sido la vuelta de tuerca que le faltaba al engranaje del equipo de Joe Mazzulla. Porzingis es un excelente jugador cerca del canasto pero es detrás de la línea de 3 puntos en donde se convierte en una verdadera amenaza.
Los Celtics pueden abrir mucho la cancha gracias al juego de Porzingis, que tranquilamente puede poner una pantalla para luego salir por fuera de la medialuna y convertir el triple con alto porcentaje. Ésta característica le permite a Boston sacar de abajo del canasto a Daniel Gafford y también a Derek Lively, generando espacios y poniéndo a Dallas en situaciones de incomodidad.
"No saldré a ser precavido. He regresado de una gran cantidad de lesiones, al final del día es sólo baloncesto. No debo pensar demasiado al respecto, sólo salir a la cancha y jugar," dijo Kristaps cuando le consultaron acerca de si tendría cautela en su retorno a la acción. Respecto de la posibilidad de tener sus minutos restringidos dijo que la situación se iría evaluando desde mañana.
Respecto a enfrentarse a su ex equipo, y volverse a ver las caras con
Luka Doncic, Porzingis declaró:
"Luka es un grandísimo jugador. Su evolución ha sido increíble, no es ninguna sorpresa que hayan llegado tan lejos con Luka liderando el equipo. Será un desafío para nosotros intentar pararlo a él y a Kyrie.
Dallas fué mi casa durante 2 años y medio. Disfruté mucho de la gente y de la organización. El proyecto no resultó como todos quisiéramos, pero ha sido una gran experiencia para mi estar allí y jugar con Luka".
"Desde que llegué aquí supe que éste equipo era especial. La atmósfera y la cultura aquí, y saber que éstos chicos han estado tan cerca de ganar el campeonato hace poco tiempo, sabía que no había otra meta más que llegar a la cima de la NBA," concluyó el jugador de 28 años.