En los últimos años, los
Golden State Warriors se han planteado una pregunta recurrente: ¿durante cuánto tiempo podrán mantener su dinastía?
Su victoria en el campeonato de 2022 pareció darles algo de tiempo. Sin embargo, tras la eliminación en segunda ronda la temporada pasada y la inminente salida de
Draymond Green de la agencia libre, volvieron las dudas.
Ahora, tras una desmoralizante eliminación en la postemporada a manos de los Sacramento Kings y con
Klay Thompson entrando en la agencia libre sin restricciones, la pregunta resuena aún más fuerte.
La esperanza de la organización es conservar el trío básico formado por Thompson, Green y
Stephen Curry. Sin embargo, la realidad para lograr este objetivo es mucho más compleja que las meras aspiraciones.
"Rara vez es un libro de cuentos", comentó el entrenador de los Warriors, Steve Kerr, durante su entrevista de salida. "Incluso los Bulls del 96 o del 98... el equipo se deshizo y ganamos el campeonato en nuestro último año, pero hubo un documental sobre el desastre que fue todo. Es imposible que estas cosas acaben perfectamente".
"Creo que tiene mucho valor que nuestros tres chicos sean Warriors de por vida", enfatizó Kerr. "Creo que hay mucho valor en terminar con dignidad... así que, para esos tres, realmente quiero verlos terminar sus carreras aquí, pero también terminar sus carreras con un sentido de orgullo y dignidad en lo que están haciendo".
La reciente derrota de los Warriors por 24 puntos ante los Kings, agravada por la actuación de Thompson con un 0 de 10 en tiros, ejemplifica una conclusión muy alejada de la dignidad que desean.
Sin embargo, a pesar de los desafíos, Kerr, Green y Curry han expresado su deseo de que Thompson vuelva a firmar con Golden State.
El director general Mike Dunleavy Jr. se hizo eco de estos sentimientos, expresando su firme deseo de retener a Thompson y su incapacidad para entender la marcha de Green, dada la considerable ampliación de su contrato.
Sin embargo, gran parte de las turbulencias del equipo esta temporada se han atribuido a las acciones de Green. Kerr calificó los incidentes que llevaron a la suspensión de Green de "imperdonables" en su momento, pero hizo hincapié en el perdón y en el valor de Green para el equipo.
En esta coyuntura, retener al trío básico representa algo más que un sentimentalismo; es un imperativo estratégico para mantener la competitividad. Tanto Dunleavy como Kerr expresaron su confianza en la capacidad baloncestística del trío.
Sin embargo, los ajustes son imprescindibles para que los Warriors recuperen la lucha por los playoffs, por no hablar de las aspiraciones al campeonato.
"Todo está sobre la mesa en cuanto a cómo jugamos, cómo queremos hacer las cosas", afirmó Dunleavy. "Nos hemos perdido los playoffs tres de los últimos cinco años, así que es justo evaluar y hacer cambios".
Aunque Dunleavy esbozó las características deseadas de la plantilla, la incertidumbre se cierne sobre las adquisiciones de la temporada baja y las limitaciones financieras.
La aparición de jóvenes talentos como Brandin Podziemski y Trayce Jackson-Davis es prometedora, pero Kerr reconoce la dificultad de repetir semejante éxito con recursos limitados.
En este contexto, los Warriors se enfrentan a un delicado ejercicio de equilibrismo: buscar mejoras en la plantilla y, al mismo tiempo, navegar por las limitaciones financieras y conservar su preciado núcleo. Como Kerr señaló acertadamente, no es una tarea fácil, pero con maniobras astutas, sigue siendo un esfuerzo plausible.