En la última derrota de
Golden State Warriors en la NBA, que se produjo este jueves contra
Chicago Bulls, la franquicia de la Bahía sufrió, además, una preocupante lesión de
Stephen Curry después de que la estrella del equipo se torciera el tobillo.
Curry tuvo que abandonar inmediatamente la cancha, lo que provocó que saltaran todas las alarmas en unos Warriors que afrontan la recta final de la temporada regular en una posición delicada en la Conferencia Oeste.
Todos los compañeros de Stephen Curry se preparan ya para tener que afrontar un considerable periodo de tiempo sin su principal estrella. Uno de ellos,
Klay Thompson, fue uno de los que se pronunció al respecto: "Sé que lo vamos a extrañar si necesita tiempo libre. Hemos estado en esta posición antes, y sólo tenemos que hacerlo colectivamente. Sé que estará listo cuando vuelva, sea cuando sea. Le deseamos una pronta recuperación".
Antes de esta lesión, Curry apenas se había perdido tres partidos de Golden State Warriors en toda la temporada: dos por molestias en la rodilla, y uno por descanso. Draymond Green, otro de los pilares fundamentales de GSW, añadió: "Es una mierda, pero todo el mundo tarde o temprano tiene que lidiar con ello".
Lo más probable es que Stephen Curry se pierda como mínimo una o dos semanas, y tendrá que ser Chris Paul quien asuma el rol de base titular de una franquicia que ahora mismo no puede permitirse acumular muchas derrotas.
Los Warriors, tras caer contra los Bulls, se mantienen en la 9ª posición de la Conferencia Oeste con un récord de 33-29, en posiciones de play-in. Sin embargo, Los Angeles Lakers le pisa los talones, 10º con 34-30. Quedar 10º es una posición muy desventajosa de cara al torneo eliminatorio, ya que afrontas tu primer partido como visitante, y si consigues ganarlo también tendrás que serlo en el duelo con el perdedor del 7º vs 8º.