Los
Dallas Mavericks han vivido los mejores años de su historia bajo la dirección de
Mark Cuban como propietario del equipo. Pero la guinda del pastel llegó en 2011, cuando la franquicia texana se hizo con el campeonato de la NBA, liderada por un fantástico
Dirk Nowitzki.
En declaraciones a Lex Fridman, Cuban habló de cómo desbloqueó todo el potencial de Nowitzki simplemente apartándose y dejando que la superestrella hiciera lo que le salía de forma natural;
"Tenía a un tipo grande y alto llamado Dirk Nowitzki y le dejé ser Dirk Nowitzki... y me quité de en medio", dijo Cuban.
No se puede culpar a Cuban por dar un paso atrás y dejar que Nowitzki domine. Durante sus 21 años en la NBA, promedió 20,7 puntos y 7,5 rebotes y lanzó un 47,1% en tiros de campo.
Los Mavericks encontraron oro cuando ficharon a Nowitzki y lo sabían. Rápidamente se convirtió en el jugador más importante del equipo y acabó ganando 14 apariciones en el All-Star, el MVP de las Finales y también el MVP de 2006-07.
Cuban también habló de cómo cambió el funcionamiento interno de los Mavericks, haciendo todo lo necesario para ayudar al equipo a alcanzar su potencial:
"Creo que lo más importante fue el cambio en el aspecto empresarial, y también en el baloncestístico... En el baloncestístico entré inmediatamente y dije que lo que hiciera falta para ganar era lo que íbamos a hacer. Por aquel entonces había tres o cuatro entrenadores responsables de todo y yo me dije: 'Vale, gastamos más dinero formando a la gente en programas informáticos que desarrollando los activos más importantes de la empresa', así que tomé la decisión de contratar a 15 entrenadores de desarrollo diferentes, uno para cada jugador, y todo el mundo pensó que estaba loco".
Cuban explicó lo que esos cambios supusieron para la moral del equipo y de las personas que trabajaban en él.
"Pero envió el mensaje de que íbamos a hacer lo que fuera necesario para ganar. Una vez que los chicos creyeron que ganar era el objetivo y no sólo ganar dinero, la actitud cambió, el esfuerzo aumentó y el resto es historia".
Desde que compró el equipo, Cuban ha sido un propietario muy práctico, pero cuando se trató de Nowitzki, decidió no intervenir y dejar que el legendario jugador hiciera lo que quisiera.