Una temporada difícil es lo que están teniendo
Los Angeles Lakers. Récord negativo 24-25 y un equipo que muestra en cancha un escaso sentido de urgencia.
Y en este caso no fue una excepción. Si lo ves a LeBron correr media cancha a toda velocidad, alcanzar al rival y bloquearlo, tienes que ir a coger ese rebote. El tío se deja todo a los 39.
Último cuarto, los Hawks ganan por 10. Lakers fallan su tiro, Jalen Johnson coge el rebote y Atlanta corre por la pista. LeBron ve a Bogdanovic abierto, atacando la canasta con espacio; y esprinta a toda velocidad a través de media cancha para hacer un bloqueo fantástico... sólo para ver que nadie más había vuelto de la ofensiva.
Este tipo de lenguaje corporal dice mucho de la cantidad de presión que hay en ese vestuario y especialmente sobre el entrenador de los Lakers,
Darvin Ham.